Queridos blogueros, hoy vengo a hablaros de la cruda realidad, pero no de una cualquiera, sino con la que me he encontrado este año.
Antes de venir a Madrid sabía que el mundo del periodismo estaba mal, que estaba realmente en crisis y que suerte tendría si algún día encontraba trabajo. Pues bien, después de estos meses he podido comprobar que la realidad es aún peor. Y los profesores son los que están ahí para recordárnoslo. Raro es el día en el que no oigamos algo sobre el tema, pero más raro es encontrar a un profesor que no nos haya hablado sobre esta crisis. Y también están los que no saben hablar de otra cosa, pero a estos se acostumbra uno más facilmente.
Que sí, que ya sabemos -o tratamos de hacernos a la idea- de dónde nos hemos metido. Y que con pesimismo sí que no vamos a llegar a ninguna parte. Siempre quedarán puestos de estas personas que teniendo su trabajo deciden encerrarse entre estas mismas cuatro paredes que hoy compartimos y se dedican a repetirnos el aparente error que hemos cometido.
¿Dónde queda la ilusión pues?
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